Son Inteligentes los cefalópodos

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Cuanto de inteligentes son, todo cerebro y tentáculos

Cefalópodos dotados de una gran inteligencia

Pese a su aspecto primitivo, pulpos, calamares y sepias forman un grupo muy evolucionado de invertebrados, adaptado desde hace millones de años a la vida marina.

Son los invertebrados más grandes e inteligentes que existen. Se trata de una clase de moluscos marinos caracterizados por tener tentáculos en su cabeza –de ahí su nombre científico, que significa literalmente «cabeza con pies»– y carecer de concha externa, salvo en el caso del nautilo, un primitivo cefalópodo cuyo aspecto es muy similar al de las especies que habitaron los océanos hace millones de años. Los cefalópodos evolucionaron a partir de unos moluscos primigenios, hace alrededor de 500 millones de años, cuando adquirieron la capacidad de llenar de gas la concha para flotar por el agua. Muchas especies modernas conservan aún esta característica.

Dentro del grupo de los cefalópodos, los octópodos, como el pulpo, tienen un par de branquias, ocho tentáculos y no disponen de ningún tipo de concha; los decápodos, como la sepia y el calamar, tienen también dos branquias, diez tentáculos y conservan un vestigio de la concha de caliza original en el interior; y los tetrabranquios, como los nautilos,  cuentan con cerca de cien tentáculos y dos pares de branquias en lugar de uno solo.

Salvo en el caso de los nautilios, que aquí también son excepción, los tentáculos contienen, en su cara interna, ventosas con las que estos animales atrapan a sus presas. Todos los miembros de esta familia son depredadores.

 Son grandes nadadores los cefalópodos 

Pese a su aspecto, los cefalópodos son grandes nadadores. Cuando van a poca velocidad, se desplazan moviendo las aletas –en el caso los calamares–, los pliegues laterales del manto –en el caso de las sepias– o sujetándose por las rocas con los tentáculos —como hacen los pulpos–. Para nadar a mayor velocidad, en cambio, todos ellos son capaces de expulsar un potente chorro de agua que sale de la cavidad paleal a través de un sifón. También el nautilo utiliza la propulsión a chorro, aunque el mecanismo empleado y su anatomía le impiden alcanzar las velocidades de sus parientes. El sifón de los cefalópodos es flexible y puede reorientarse para cambiar la dirección del desplazamiento.

Una característica común en la anatomía de estos animales es la existencia de una glándula, situada en el intestino, que produce una secreción oscura formada por melanina cuando el animal se siente en peligro: la tinta. Los cefalópodos lanzan esta substancia contra sus enemigos para confundirlos o rechazarlos. Muchas especies también tienen la facultad de cambiar de color gracias a unas células pigmentarias, llamadas cromatóforos, que se expanden o contraen a decisión del animal. Mediante estas células, los cefalópodos pueden cambiar de color y mandar mensajes a sus semejantes o mimetizarse con el entorno. En este sentido, los ojos de estos cefalopodos están tan evolucionados como los de los vertebrados, y poseen córnea, retina, iris y cristalino.

Los cefalópodos machos y hembras

Los cefalópodos son dioicos; es decir, hay individuos machos y hembras. Durante la cópula, el macho recoge los sacos de esperma que salen por su sifón con un tentáculo especial, llamado hectocótilo, y los deposita en la cavidad paleal de la hembra, donde los espermatozoides fecundarán los óvulos.

No existe fase larvaria y, al salir del huevo, los pequeños cefalópodos se trasladan a las profundidades marinas para evitar ser comidos por otros depredadores.

Los cefalópodos poseen un sistema nervioso extremadamente complejo y un gran cerebro, el cual se encuentra rodeado por una masa cartilaginosa que, según apuntan los expertos, podría considerarse como una forma muy elemental de «cráneo». Todo el sistema de defensa del animal: el chorro de agua a presión para nadar a gran velocidad, el lanzamiento de tinta o el cambio de color de la piel para pasar desapercibido, depende de un sistema neuronal de tres niveles que no tiene parangón entre los invertebrados.

Los experimentos realizados con pulpos para medir su inteligencia han dado resultados sorprendentes, y hoy se sabe que estos animales son capaces de escapar de un laberinto, abrir botes cerrados con diferentes tipos de tapa e incluso aprender de sus congéneres.

Con ocho, diez o casi cien patas

Existen más de 650 especies de cefalópodos, si bien cada año se descubren de nuevas. Todas ellas son marinas.

Euprymna berryi; «Berry´s Bobtail Squid» acaba de pescar un camarón

Los invertebrados más grandes del mundo

CALAMAR GIGANTE

Los calamares

Los calamares de los géneros Architeuthis y Mesonychoteuthis son cefalópodos gigantes que, en ambos casos, pueden superar los 12 metros de longitud y los 500 kilos de peso. Se sabe muy poco de sus costumbres, puesto que viven en las regiones más profundas de los océanos –el primero tiene una distribución casi universal, mientras que el segundo es endémico del Antártico–, aunque morfológicamente se ha comprobado que son idénticos a otras especies de menor tamaño.

Se cree que viven en las zonas abisales, devorando peces y otros animales pelágicos. Su único enemigo conocido es el cachalote, que es capaz de sumergirse a más de mil metros de profundidad para darles caza.

 

 

 

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